Caracas, martes 15 de junio 2021.- Más del 90 por ciento de la población venezolana no recibe agua potable de manera continua, en un país que se destaca entre las 10 naciones que cuenta con la mayor reserva de agua dulce del mundo, producto del deterioro progresivo del sistema hídrico nacional por la falta de mantenimiento.
Así lo manifestó la representante del estado Zulia, diputada Nora Bracho este martes 15 de junio en la Comisión Delegada de la Asamblea Nacional, llevada a cabo vía zoom, donde se debatió la falta de acceso al agua potable y la mala calidad de la misma en diversos estados del país.
Bracho denunció una vez más la situación de falta de agua que viven los venezolanos y las precarias condiciones de insalubridad de la poca que llega por tubería o por cisterna, que es de color marrón, con residuos fecales y mal oliente.
Destacó que el agua potable no recibe el tratamiento adecuado para el consumo humano, por la falta de plantas potabilizadoras. El abandono del régimen a las políticas publica ha llevado al total deterioro del sistema hidrológico del país, así como el de todos los servicios públicos como la electricidad y el gas doméstico.
Precisó que son más de 20 años en lo que poco o nada se ha invertido en crear nuevas fuentes de agua, como represas, en adecuar las instalaciones de potabilización o los acueductos.
“Lamentablemente el problema del servicio de agua potable en Venezuela sigue ganando terreno y se agudiza por el riesgo que tenemos los venezolanos ante la pandemia mundial del Covid-19. El Agua que es un derecho humano y en el país dista mucho de garantizar este derecho, entendiendo que el agua es un elemento esencial para hacer efectivas otras prerrogativas como la salud y la alimentación. Es visible la falta de inversión en este aspecto”, afirmó.
En este orden de idea el diputado Gilmar Márquez, señaló que el servicio del agua potable en el país es caótico, tanto es así, que la poca que llega a los hogares no está acta para el consumo humano, advirtió.
Recordó que la mayoría de las hidrológicas estadales fueron intervenidas, como Aguas de Mérida y la Hidrológica del Lago de Maracaibo (HidroLago), afectado con ello la vida de los ciudadanos de esas entidades, por la desidia y la burocracia que reina en esas empresas para dar respuesta a cualquier denuncia en esta materia.
Márquez indicó que los más perjudicados son las familias con menos recursos, porque deben recurrir a otras modalidades para lograr tener el vital líquido en sus hogares, por lo tanto, se encuentran en una encrucijada al decidir entre comer o comparar agua ya que estos servicio privado se cotizan en dólares.
A juicio del parlamentario, es necesario unificar esfuerzo para lograr un cambio político que permita un gobierno democrático para mejorar la calidad de vida de los venezolanos a través de unos servicios públicos que brinden eficiencia en cada rincón de la geografía nacional.
Desidia y corrupción predominan ante la problemática del agua potable
Entre tanto, la presidenta de la Comisión Permanente de Cultos y Régimen Penitenciario, diputada Deyalitza Aray, denunció que en la urbanización Simón Rodríguez de la ciudad de Puerto Cabello, estado Carabobo están saliendo camarones por las tuberías de agua potable de ese sector.
La información la dio a conocer la parlamentaria apoyada de un video e imágenes donde se observaba la contaminación del vital líquido. Aray manifestó que son reiteradas las denuncias por parte de la ciudadanía sobre la falta del vital líquido y la ausencia de algún plan para el mantenimiento del sistema de agua de la región.
“El régimen no tiene ningún tipo de planificación para resolver la problemática del agua potable en el país y el caso de Carabobo resalta, porque hay suficientes elementos que demuestran la desidia, la dejadez pero sobre todo, la corrupción porque basta revisar el presupuesto, cada Ley de endeudamiento con programas pomposos, reclamos de inversión y designación de recursos, que nunca se materializaron, mientras que en la población se hace más difícil lograr un agua dentro de los estándares mundiales”.
Para culminar el debata, el diputado, Rafael Ramírez tomó la palabra y señaló que el estado Zulia tiene más de 50 días sin que el vital líquido llegue por tuberías con la excusa que el agua viene sucia producto de las lluvias en las cabeceras de los ríos.
“No solo nos dejaron sin agua potable, sino también que la poca que llega está tan cargada de barro y sedimentos que es imposible para el consumo humano”.
Denunció que tanto funcionarios de HidroLago como de la alcaldía del Zulia tiene un negocio con los camiones cisternas, las cuales cuestan cuarenta dólares y deben pagarse en efectivo.
En cuanto a las prevenciones contra el COVID-19, Ramírez indicó que está el uso de mascarilla, el distanciamiento y el correcto lavado de manos con agua, “este último es imposible de hacerlo en el estadio Zulia, porque la poca agua que llega por las tuberías es sucia, por lo tanto, es menos probable que nosotros podamos tener una prevención adecuada ante la pandemia”, advirtió.
En tal sentido, en nombre de los zulianos llamo a la unión para seguir protestando y exigir que llegue el agua por tubería con calidad y continuidad para un estado que ha sido bastante afectado por la pandemia, culminó el diputado Rafael Ramírez.