En el marco del Día Internacional de la Mujer la legítima Asamblea Nacional de Venezuela, cuya junta directiva la conforman por primera vez tres diputadas, reconoce la lucha y determinación con que las venezolanas enfrentan el día a día en un país en crisis humanitaria con indicadores altos de mortalidad materna, embarazo temprano y feminización de la pobreza.
La presidenta del Parlamento, Dinorah Figuera, expresó durante la conmemoración de este día que en medio de la grave crisis humanitaria “muchas mujeres tienen que salir del país en condiciones paupérrimas”, lo que las lleva a muchos riesgos de explotación, denominada como esclavitud moderna.
Un análisis realizado en el mercado laboral venezolano por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) reveló que en el país las mujeres ganan alrededor de 21.79% menos que los hombres. Esta diferencia, más allá de evidenciar que en Venezuela no hay igualdad de género, demuestra por qué las mujeres son más vulnerables a los casos de violencia y a la pobreza extrema, situación que ha sido causada por las políticas inhumanas implementadas por el régimen de Nicolás Maduro.
Por lo que Figuera también refirió que en su mayoría son mujeres las cabezas visibles de la lucha de los gremios de educación y enfermería que se ven en la calle luchando por un salario justo y mejoras en las condiciones de trabajo. Agregando que “las políticas públicas dirigidas hacia el bienestar de la mujer en Venezuela no existen, y por ejemplo, en el caso de mujeres profesionales, su talento humano es aprovechado en otros países porque en su país se les niega el derecho a prosperar en familia”.
Así lo demuestra una investigación realizada la Organización No Gubernamental Equilibrium CenDE. quienes determinaron que 68% de las mujeres venezolanas gana menos de 100 dólares mensuales; resaltando que a más edad, menor ingreso, siendo el grupo de más de 60 años el más afectado por los bajos salarios.
Para finalizar la parlamentaria quiso dejar un mensaje invitando a todas las mujeres a organizarse de cara al próximo año electoral para asumir y transitar por la ruta de la esperanza de cara a las elecciones presidenciales del próximo 2024, “el llamado es a no rendirse y levantar las banderas de la fe en la unidad de todos los que queremos un cambio”, concluyó.
