Periodista: Prensa An. / Fotografo: Prensa An.
El embajador del gobierno legítimo en Honduras, Claudio Sandoval, denunció que el 100% de los aviones que aterrizan ilegalmente en ese país con cargamentos de droga, provienen de Venezuela.
El representante diplomático informó que en el marco de la reciente Operación Antinarcóticos desplegada por el Comando Sur en el Caribe, se llevó a cabo un trabajo coordinado entre Estados Unidos, Honduras y Venezuela para contener el tráfico proveniente de nuestro país.
La zona donde aterrizan las aeronaves venezolanas, se denomina Departamento de Gracias a Dios en las costas del Caribe hondureño. “Allí existe un cementerio de narcoavionetas desechables que se usan solamente para trasladar una carga y luego queda la prueba del delito en el sitio”, alertó el embajador Sandoval.
En este orden de ideas amplió que para el operativo de coordinación desplegado por los tres países, viajaron desde Tegucigalpa hasta Puerto Lempira, la principal población del Departamento de Gracias a Dios, para constatar in situ el modus operandi.
Esta comisión estuvo integrada por el Viceministro de Seguridad de Honduras, Luis Suazo, y por el Jefe del Estado Mayor Conjunto, General Tito Livio Moreno. Por su parte, la delegación de Estados Unidos fue encabezada por el Coronel Robert L. Dawson y en representación de Venezuela, el embajador Claudio Sandoval.
Asimismo, expuso que en el encuentro se abordaron asuntos de interés común entre las tres naciones americanas, como la nueva Ley de Protección del Espacio Aéreo Hondureño. En vista de que el Cartel de los Soles viene utilizando el territorio hondureño como puente de tráfico de la droga que exporta hacia los Estados Unidos, la nueva Ley servirá para coordinar de manera más eficiente la cooperación entre el gobierno de Honduras y el gobierno legítimo de Venezuela.
“Queremos visibilizar tanto en Venezuela como en el mundo, la puesta en práctica de una diplomacia activa por parte de mi gobierno. Una diplomacia que persigue entre sus objetivos prioritarios, la activación de mecanismos concretos de presión internacional en contra del dictador Nicolás Maduro, quien recientemente fue acusado por parte del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, con cargos de narcoterrorismo. El mundo debe entender, de una vez por todas, que no se trata de un capricho sino de la necesidad de enfrentar con mayor rigor a esta corporación trasnacional del crimen, por el bien y la seguridad de todos. La buena noticia es que unidos se puede”, aseveró.