Tras la publicación este miércoles 13 de mayo del más reciente informe del Departamento de Estado de EE.UU sobre terrorismo, el cual certifica que Venezuela y otros países no cooperan con los esfuerzos antiterrorismo e indica que el dictador Nicolás Maduro "siguieron favoreciendo un entorno propicio para que los terroristas mantuvieran su presencia en la región”, la embajadora del gobierno legitimo de Venezuela en Guatemala, María Teresa Romero, tildó de “gravísima” la relación que mantiene el actual régimen venezolano con el terrorismo internacional.
–Ya no sólo se trata –especifica la embajadora Romero– de la presencia de grupos terroristas latinoamericanos tales como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) el Ejército de Liberación Nacional (ELN), sino también de grupos terroristas extra continentales como el grupo Hezbolá que además mantiene una estrecha relación con la jerarquía que usurpa el poder en Venezuela.
Según la diplomática, desde el año 2007, cuando Maduro se reunió en Damasco con Hassan Nasrallah, Secretario General de Hezbolá, nacieron los primeros lazos comerciales y criminales con el grupo. El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC), liderado por Qasem Soleimani a quien EEUU dio de baja el 3 de enero pasado, habría abierto sus filiales en Venezuela y movieron dinero a través de la estatal petrolera, Petróleos de Venezuela, S.A (PDVSA), usándolo para ingresar al sistema financiero internacional y evadir sanciones.
De allí la vinculación del recientemente nombrado presidente de PDVSA, Tareck El Aissami, uno de los jerarcas maduristas sancionado por la justicia estadounidense por vínculos con el terrorismo y el narcotráfico. “El punto de entrada principal y de más alto nivel de Hezbolá es Tareck el Aissami”, afirma Romero.
– Su padre, Zaidan El Amin El Aissami, estuvo presuntamente asociado con Saddam Hussein y el régimen de Maduro está profundamente vinculado al legendario clan Barakat. Esta es una organización criminal dirigida por Assad Ahmad Barakat, que tiene estrecho vínculo con el liderazgo de Hezbolá. Esta organización criminal es famosa por su presunta participación en el contrabando, la falsificación, la extorsión, el tráfico de drogas, el tráfico de armas, el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo –destacó la representante diplomática del presidente encargado Juan Guaidó en Guatemala.
Cabe señalar como hecho relevante que la relación entre Irán y Latinoamérica fue marcada por la muerte de Suleimani. No por casualidad, en la apertura de la III Cumbre Hemisférica Contra el Terrorismo de enero de este año en Colombia, el secretario de estado estadounidense, Mike Pompeo, manifestó su preocupación por la presencia del brazo armado de Irán, Hezbolá, y otros grupos terroristas en Venezuela, y enfatizó en que “eso no es aceptable”.
Que el apoyo al trabajo de Hezbolá en la región ha sido encabezado principalmente por Venezuela, es un asunto que también ha sido destacada por la Organización de Estados Americanos (OEA) en varias oportunidades y se teme que las medidas de retaliación de Hezbolá se den en Latinoamérica, sobre todo en los países afines a las políticas del gobierno estadounidense.
Para finalizar, la embajadora María Teresa Romero, sentenció: “las democracias de todo el hemisferio deben estar más atentos a la triste realidad que impera en la Venezuela usurpada por Nicolás Maduro y prácticamente invadida por Cuba: que nuestro territorio lo han convertido en guarida de peligrosas organizaciones terroristas. Nuestros gobiernos democráticos deben actuar más coordinadamente porque esa realidad se ha convertido en una verdadera amenaza para todos los países de la región”.